Poemas
Me tengo harta (Piloto de Tormenta, 2016)
Selección
Mantra
Pensar en Mirtha Legrand
para no mirarte y encontrarme en tus ojos que me sé de memoria
Pensar en Mirtha Legrand
para no darte la mano y sentir que cerrás el puño para guardarme
Pensar en Mirtha Legrand
para no agudizar mi oído y escuchar tu voz hablando con otra
Pensar en Mirtha Legrand
para no acercarme y que despiertes en mí algún sentido anestesiado
Pensar en Mirtha Legrand
para no llevarte al baño de la fiesta esquivando gente, saltando charcos
Pensar en Mirtha Legrand
asi no me pedís un tiempo, no tengo reloj que marque algo rítmicamente parejo
Pensar en Mirtha Legrand para evitar tu elástico discurso que se enreda en mi mente
Pensar en Mirtha Legrand
Trilogía sobre las palomas
Sobre las palomas I (La belleza)
No puedo escribir lindo
ni puedo estar linda
porque cuando salgo a la calle no veo nada lindo
Lindas para mí son las palomas
pero a nadie le gustan
porque son plaga
A mi me gustan las plagas
de pájaros feos
grises, con verrugas y alas
rotas
que se bañan en el
agua podrida de la zanja
y en el cordón de la vereda
¡Ay las palomas!
que comen basura y colillas de
cigarros
que vuelan y hacen equilibrio en
los cables
que juntan ramitas para los nidos
que se aman gimiendo en balcones
que se cagan en la gente
Me gustan
y sé mucho sobre palomas
las de mi barrio paran en la plaza
y ni las cotorras le copan la parada Saben que cuando el auto está muy cerca
es momento de volar
Aunque a veces les falle el cálculo
y queden estampadas en el asfalto
recordándonos la muerte cada día
Por eso, no puedo escribir lindo
ni estar linda
porque cuando salgo a la calle no encuentro
nada lindo
porque me gustan, por ejemplo
las palomas
Yo no puedo escribir sobre el ruiseñor
de voz melodiosa que suaviza el aire
me encandilan sus plumas brillantes
Su vuelo acompasado es una bailarina
que dibuja las alturas de su canto
etc, etc, etc…
Sobre las palomas II (El vuelo)
De repente una paloma
se paró en la baranda del balcón
Todxs dejamos de hacer
lo que estábamos haciendo
Empujó para adentro
el silencio que traía bajo las alas
Apagó el sonido seco
de la lengua rasposa en el pelaje
Se llevó el vibrante ronroneo
y la tibieza de sentirlo en mi falda
Bajé la música y la miré fijo
imitando a mis gatxs
Ella se movía muy distendida
por la baranda del balcón
hasta que se sentó en una esquina
y se quedó muy tranquila acicalándose
con el pico entretejiendo su plumaje violeta
tan segura de su equilibrio
tan despreocupada
Cuando se fue volando,
como haciendo alarde de su libertad
nos sentimos solxs e inútiles
Cuando se fue esa paloma fue algo muy triste
todxs volvimos a hacer
lo que estábamos haciendo
Sobre las palomas III (La muerte)
Pude ver desde mi escritorio
los rayos de luz en la pared
cuando entró el sol por las rendijas de la persiana
Pero no pude verlos como algo hermoso
ni siquiera como una bonita decoración pasajera
porque hacía demasiado calor
y todo lo que tuviese que ver con el sol
no me conmovía para bien
Esa tarde por culpa del silencio
escuché más triste y filoso que nunca
el llanto estéril de mi gato
Potenciado por su cara de frustración
el maullido dirigido a esa paloma parecía tan torpe
que dudé de la felinidad de mi gato de balcón
Habrá sido la conjunción del calor y las flores
lo que me hizo dormir la siesta
más de lo que me convenía
Cuando desperté algo confundida
descubrí la abominable escena
ahí donde antes dibujaba la luz:
Las paredes salpicadas de sangre y plumas
gravitaban chorreantes líneas hacia suelo
señalando el cadáver de la paloma
Enfrentarse a un poema
comerse las uñas hasta llegar a la piel
Fagocitarse
o comerse a una misma
Pelarse
sacar lo más duro y seguir por lo blando
hasta sentir sabor a sangre
Después
(porque habrá un día después)
va a doler
Enfrentarse a un poema
escribir hasta dolerse las manos,
las muñecas
hasta dolerse la vista y agotarse
hasta el hambre y el sueño
Después
habrá tiempo de corregir
y si no,
entenderé que muchas cosas están fuera de mi control
y que ni yo misma soy capaz de gobernarme
Enfrentarme a un poema
Estar cansada, cansada, cansada
Porque estuve con tanta gente
en este día insípido
que no se si enfrentarme o enfiestarme al poema
Enfrentarme a un poema
Para encontrar la salida del laberíntico estado de mi mente
o al menos poder desplazarme en libertad
y después preguntarme si acaso yo me leería
¿Una gata? (En memoria de Sexilia e Indiana)
¿Una gata?
Una presencia inagotable en cada detalle de la casa
un vibrante amor que se despliega
un cuerpo, uñas, pelos, huesitos y partes blandas
que me sé de memoria
Una escultura perfecta y brillante
o una escena descontrolada
exigiendo la libertad que merece lo salvaje
Mi osito de peluche para dormir
¿¡Una gata!?
Mi primavera
Una voz, si, una voz deformada y visceral
una compañera, confesora, cómplice y testigo
mi hija en un pin pon infinito de miradas
de devoción y ruego
tus ojos, los más asombrados y suplicantes
que todo lo ven por primera vez y exageradamente
-¿Qué fue de vos antes de mi?
-Nunca que vayas
Ya no sé quién de las dos decía cada cosa
¿¿Una gata??
Mi conexión con lo salvaje, mi tatuadora:
todas las rayas que me hiciste
para que me parezca más a vos
son lo único que me quedó, pero a simple vista
porque
¡Cuánto aprendí yo de mis gatxs!
sobre lo justo y el ritmo
la curiosidad, las alturas y los escondites
el equilibrio y la sutileza
A caminar por la cornisa, siempre y cuando
no haya humedad
En la construcción de todo mi ser
aprendí sobre la soledad y la paciencia
la promiscuidad y la impaciencia
la contemplación, la seducción, la independencia
Aprendí de la mirada como lenguaje primero,
a gritar con los ojos
cuando la garganta está muy oprimida
o es necesario hacer silencio
Supe por ellxs,
que lo hermoso nunca es perfecto
Lo poco que sé de poesía
es que se hace con todo el cuerpo,
y que a veces escribir es llorar por la punta de los dedos
Eso también me lo enseñaron mis gatxs
¡Cuánto aprendí yo de mis gatxs!
¿Gatxs?
Transmisores de la ancestral rebeldía,
el legado de nuestras predecesoras
que convirtieron la tortura del fuego
en luz de faro
que hoy brilla en sus felinos ojos
Gatxs del mundo,
siempre fueron, nuestrxs compañerxs
Errorismo I
“¿Quién soy yo? ¿A dónde voy?
¿De dónde vengo? ¿Qué planes tengo?
Lo que no da morbo,
tu sabes bien que es un estorbo”
P. Almodóvar
Cuando me miro en el espejo
de pende del día, me veo reflejada
en alguna otra mujer
A veces me encuentro con mi mamá
obsesionada con algún detalle menor
o con una novia cansada
a quien le prohibieron la soledad
A veces con una amante,
el fetiche colorido
que colabora en sostener
la vida cotidiana inevitable
de quienes se aburren
de la apática forma del amor
Otras me pinta la heroína
y siento que soy todas las mujeres,
las más postergadas y oprimidas
y me enamoro de todxs lxs que sufren
Cuando me miro en el espejo
me veo reflejada en tantas mujeres…
Sin embargo más de una vez
el lugar que ocupo yo
en mi propio espejo
estuvo vacío
Y me perdí
cuando en vano busqué mi reflejo
en la oscuridad
Me urge
Hoy no fui a trabajar
últimamente
voy a trabajar lo menos posible
Es mentira lo de mi débil salud
es tengo mucho por hacer:
me urge escribir y voy a decir la verdad:
-Buenos días
resulta que hoy falto,
necesito tiempo para escribir
-¿Ahora?
-¡No! a las tres de la mañana
Le conté a mi querida Anshi
que no fui a trabajar en toda la semana
porque tenía mucha urgencia
me felicitó
y me dijo que “muy bien”
Pero en el trabajo no me felicitan…
-Perdón, hoy me ausento nuevamente
y desde la cama te cuento
que no me puedo levantar,
tuve que escribir toda la noche
-…
-¡No! no puedo postergarlo
¡me urge!
a parte, es muy probable
que tengamos ideas muy distintas
de lo que significa mañana.
EstoyMuyAtrasadaNoPuedoIrAtrabajarMeUrgeEscribir
Violencia
Un día me convertí en violencia
después de traicionarme a mi misma
bebiendo de la fuente de su poder
la misma que resecaba mi garganta
Yo contengo a la violencia
y sé usarla
Porque el silencio ocupa el mismo espacio
que las palabras
Pero no te cuida del espanto
Cuando las voces más roncas
se tiñen de sangre
y son justicia
pero etiquetan marca Violencia
nuestras chillonas voces
en clandestina felicidad
Pero no te cuida del miedo
cuando las balas
agujerean criaturas huérfanas
despojándolas de lo único que tienen:
la oscura dulzura del cuerpo
Tiran lxs que dicen
que el silencio es prudencia
mientras
nos vuelven invisibles
RECKIEM
Reckiem
He visto a las mejores mentes de mi generación
[destruidas por el amor romántico, celosxs, sumisxs, [violentxs, escuálidxs
arrastrándose en busca de redimirse ante un llamado
[de madrugada, por las calles donde antes
[saltábamos en una pata
Personas aladas y alcohólicas consumiéndose en el [humo de las cenizas de lo que fue una
[conexión divina y febril
He visto descender al infierno a mis amigxs más
[queridxs en búsqueda de su Beatrice
[y darse cuenta tarde de lo horrible que es de cerca
Perdidxs en la búsqueda incasable de una musa
[autoritaria y pasada de moda,
calcinaron sus alas y cayeron al vacío
Ellxs que se proclamaban contra la explotación
[del hombre por el hombre,
para tener tiempo de contemplar una zapatilla
[colgada de un cable de luz y convertirla en un pájaro, ya no tienen tiempo de suspirar mirando al cielo
Socorristas divinxs contra impacientes transas, [amantes celosxs y cada cárcel que te inventaras
porque había que fugarse (institucionalizado el amor, [la locura y la niñez, cada unx afuera es una batalla [ganada en la Década Editada)
Que brindaban por la era recién bautizada, negando
[el sexo-género e inventando
géneros literarios nuevos-nuevos,
[para hermanarnos en las ideas y en los deseos,
ahora vamos a rezar por lxs que ya no están
[y cenan todas las noches a la misma hora
en la misma mesa
Que prometían amor eterno a donde hubiera un colchón
[reservado a cualquier hora,
que guardase un tesoro: los viajes más largos [en los momentos más quietos
Que actuaban las metáforas por miedo a la mediocridad:
yo lxs vi flamear como bandera del under
[y ahora aplastadxs por la comodidad
son meros trapos de piso en una casa de familia
Que caminaban de noche buscando una pizza y fainá
[contra todas las afirmaciones sobre la
inseguridad que pretendían encerrarlxs y que
[miren la vida por internet (la jaula es
muy cómoda y se ve bien entre los barrotes,
[pero es una jaula)
Que le sacaban la gorra a la poesía y salían corriendo,
[ahora se anclan a unx musa estéril
que les pone reloj de pulsera y les corrige
[con lapicera roja
Que volanteaban contra todo lo que las oprimía, se rapaban
[la cabeza, se sacaban los corpiños
frente al congreso, ahora no tienen tiempo
[más que para salir a comer
mientras miran el celular a cada rato
Subordinadxs ante la urgencia de procrear
[y la comodidad del hogar,
son fantasmas que trae la noche de vez en cuando
al lugar de siempre en busca de una dosis de recuerdos
[que lxs hagan soportar un rato más en la [jaula de puertas abiertas donde cenan [siempre a la misma hora
Chicles en la boca de sus queridxs cónyuges,
[lxs llevan de un lado al otro de la mandíbula
[se estiran infinitos hasta romperse,
[y no los escupirán hasta sacarles el gusto
No puedo verte así y aguantarme el grito que me sale
[del pecho, sin escalas
y me obliga a abrir la ventana de la cocina y gritar [¡Aguante Ginsberg!
Una gata
¿Una gata?
Una presencia inagotable en cada detalle de la casa
un vibrante amor que se despliega
un cuerpo, uñas, pelos, huesitos y partes blandas
que me sé de memoria
Una escultura perfecta y brillante
o una escena descontrolada
exigiendo la libertad que merece lo salvaje
Mi osito de peluche para dormir
¿Una gata?
Mi primavera
Una voz, si, una voz deformada y visceral
una compañera, confesora, cómplice y testigo
mi hija en un pin pon infinito de miradas
de devoción y ruego
tus ojos, los más asombrados y suplicantes
que todo lo ven por primera vez y exageradamente
-¿Qué fue de vos antes de mi?
-Nunca que vayas
Ya no sé quién de las dos decía cada cosa
¿¿Una gata!??
Mi conexión con lo salvaje, mi tatuadora:
todas las rayas que me hiciste
para que me parezca más a vos
son lo único que me quedó, pero a simple vista
porque
¡Cuánto aprendí yo de mis gatxs!
sobre lo justo y el ritmo
la curiosidad, las alturas y los escondites
el equilibrio y la sutileza
A caminar por la cornisa, siempre y cuando
no haya humedad
En la construcción de todo mi ser
aprendí sobre la soledad y la paciencia
la promiscuidad y la impaciencia
la contemplación, la seducción, la independencia
Aprendí de la mirada como lenguaje primero,
a gritar con los ojos
cuando la garganta está muy oprimida
o es necesario hacer silencio
Supe por ellxs,
que lo hermoso nunca es perfecto
Lo poco que sé de poesía
es que se hace con todo el cuerpo,
y que a veces escribir es llorar por la punta de los dedos
Eso también me lo enseñaron mis gatxs
¡Cuánto aprendí yo de mis gatxs!
¿Gatxs?
Transmisores de la ancestral rebeldía,
el legado de nuestras predecesoras
que convirtieron la tortura del fuego
en luz de faro
que hoy brilla en sus felinos ojos
Gatxs del mundo,
siempre fueron, nuestrxs compañerxs
El ruido
El rítmico ruido de los pasos del caballo
me despierta
Ese que lxs nenxs imitan sin saber
que es el mismo sonido del dolor
La injusticia abrió el negro telón de mi día
y ya nada pude comer con las ganas
y ya solo pude comer con el hambre
Deseo con todo mi hambre tu libertad
¿qué oscura voluntad te mantiene en cuatro patas?
Caballo de ciudad
el cartonero del cartonero
quisiera que nadie entorpezca tu respiro
quisiera que nadie torture tu paso
Caballos de mi ciudad
los más postergados de la fauna urbana:
les borraron de sus ojos
cualquier expresión salvaje
Fotofobia (Piloto de tormenta 2018)
Selección
Matadero
Vi la
sangre baldear la vereda
y lo
normal me resultó perverso
Una mirada puede gritar de espanto
puede
moldear lo que no tiene forma de palabra
puede
vaciarte
Acaricio
tu pelo. Siento tu corazón en mi mano.
Te pido
perdón.
Solo puedo
arrinconarme,
ser
nombrada exagerada,
sentirme
impotente frente a la cultura
Si la
ternura pudiera intervenir sobre lo anestesiado
Si pudiera
contagiar este amor.
Una puerta mágica
No se si
seré yo
que solo
puedo identificar las voces heridas
las demás
todas se parecen.
Atravieso
el día
escuchando
un coro perfecto, un mar de frecuencias precisas
como si
nadie se animase a soltar una voz áspera y agrietada,
a dibujar
una puerta mágica,
a pasar un
poco de vergüenza, a quedar mal con todo el mundo.
Fue mi casa
Fue mi
casa, que desde afuera se veía misteriosa
más que
una casa o un hogar,
fue el
suelo donde crecí, fertilizado por los golpes
La casa
invadida de gente, la casa de la soledad
Fue mi
casa y yo me parecí a ella
repleta de
recovecos impenetrables
Una vez
hubo donde me sentí segura
abajo de
un árbol de nísperos,
agradecida
por su sombra, que inventaba un bosque
donde mi
perra era el lobo
Abajo del
árbol de nísperos
donde la
fruta caía brutal y se escondían los pájaros
Ya no hay
árbol ni quien mire ese vacío
Lo único
que queda es un lugar
que se
achica y se empaña cada vez que regreso
para ver ahora quien soy.
AÚLLA
Aúlla al satélite de mi cerebro
una voz visceral y deforme
Aúlla desde lo más oscuro de mi cuerpo
una voz de tristeza animal
Desesperadamente desgarra
los vestigios de prudencia que habitan
en atemporal orden
en desvirtuada salud
en envejecido ritmo
adentro mío
Una voz de derrota irrumpe de nuevo
desmejorada por el miedo
aquel que clavó un puñal en mi garganta
que en un hiatus rompió
las cuerdas que tiran y aflojan
que abren y cierran
Ya no hay palabras mestizas:
suenan sintéticas, estériles
como sonidos de fierros oxidados
o de una biología de experimento
Hay balbuceos roncos
y equivocados
subiendo en un vapor de tinieblas
Hay un infierno que me aloja y una loba
que vive de mi
comiéndose el lenguaje edulcorado
Aúlla dentro mío
y soy
mero envase
mero resonador
Ella me quiere morir
sin conocer la luz de Dios
pero llevándome a los lugares del sueño
acompañando a mi sombra
y a mis silencios
en guardiana alerta
ROMINA
Abre la ventana-cierra la ventana-abre
la ventana:
sabe que hay paisaje más allá de lo
que el ojo puede ver
Imagina geografías fantásticas
tierras verdes y grises
se pregunta sobre el tacto en la
frescura
sobre los pies descalzos en la
arena
Esta es su despedida
tiene que ver con el deseo
y con la tristeza
con dejar atrás un camino que no se
encuentra
En la radio está el clima
se sienta en su cama y respira el
aire espeso
Todo en cámara lenta
como si fuese su primer día de vida
Azul la remera y el pantalón
irse con lo puesto
algún día aplaudirá al cielo
y encontrará otros azules menos
gastados
menos dolorosos
No sabe a dónde ir
pero sabe que después de vivir en
un pantano
después de atravesarlo de un
extremo al otro
hundiéndose en el barro
cualquier superficie terrestre es
soportable:
siempre habrá tierra abajo y cielo
arriba
Ya afuera
recibe el saludo de una paloma
y se lo devuelve con una sonrisa cerrada
Sabe que eso fue
un permiso salvaje para volar
A penas uno de sus pies se despega del suelo oye:
«Asesina, vos no podés estar en
libertad, debés volver a la cárcel”
y se derrumba recordando
que tiene un cuerpo
y una identidad que pesan
En esta oscuridad de mundo
ya no se ven paisajes
ya no hay luna que alumbre
ni luciérnagas
Romina tejerina es jujeña, fue condenada el en 2005 a 14 años de prisión por el asesinato de su hija, recién nacida, de quien Tejerina aseguró que había sido fruto de una violación. En 2012 (el día de su cumpleaños) fue liberada tras haber estado nueve años en prisión, la joven jujeña recibió insultos y agresiones en la calle, por lo que exigió regresar a prisión «ya mismo».
CÓCTEL MOLOTOV
Resulta ser
que lo único triste ya no es
el perro del vecino que llora rascando la puerta
Las cosas como son:
no hay más paz ni guerra
El mundo en permanente turbulencia,
en uno de sus espásticos movimientos me lanza hacia afuera
Volverse a subir se trata de equilibrio, se trata de buena suerte y
agilidad
Se trata de imposibles.
Pero cuando el destierro es inminente,
cuando habitamos la periferia
lo urgente toma otro ritmo.
Cargué al hombro mi hatillo lleno de cositas innecesarias
pero valiosas a la hora del silencio:
algún momento de la infancia
algún beso de ternura
No es que tuve coraje, fue una pulsión
una pierna se adelanta a la otra,
y fui,
pensando en las cosas que dejo atrás.
A veces la ansiedad entorpece mi paso
porque las puertas no se abren de un soplido
Parece que nadie escucha que golpeo,
habrá que empujar o patear la puerta
habrá que ser violenta,
porque una puerta cerrada
también es violencia.
Voy buscando
una canción devastadora
algo que evite el silencio fúnebre
para llenar el espacio en una empírica destrucción
de lo peor de mi.